En una entrevista con la agencia NA, el directivo aseguró que «una actitud responsable» de la Legislatura sería darle lugar al debate para la regulación a pesar de la resistencia del Gobierno de la Ciudad y del gremio de taxistas, porque la aplicación «es una solución económica para miles de personas que no tienen trabajo».
«No solo es una salida laboral para desocupados o un complemento para los que no llegan a fin de mes. Es también un servicio disponible en zonas históricamente desatendidas por el transporte más tradicional», dijo el directivo a dos años de la llegada de Uber a la Argentina.
Sólo en el último mes, 500.000 personas, entre usuarios y socios conductores, coordinaron viajes en el área metropolitana de Buenos Aires, indican los datos de la empresa que ahora quiere expandirse a veinte ciudades de la Argentina.
Más de 32.000 personas generaron un ingreso a través de la aplicación desempeñándose como choferes con sus autos particulares y transportando usuarios.
Del total de conductores, el 20% no tenía una fuente de ingreso antes de registrarse en Uber. El 40% de los choferes declaró que obtiene ingresos únicamente como socio de esta empresa internacional que proporciona a sus clientes una red de transporte privado.
Fuente: BAE